«Iglesias luteranas movidas por la misión de Dios»
BUENOS AIRES / Argentina (LWI) – Las iglesias miembro de la Federación Luterana Mundial (FLM) en América Latina y el Caribe y en Norte América se reunieron en la Conferencia de Liderazgo entre el 09 y el 12 de Mayo bajo el lema “¡Vamos! Iglesias Luteranas Movidas por la Misión de Dios.”
Ser Iglesias en Misión Hoy
Las deliberaciones en torno a la misión de las iglesias se han dado en la consideración de las diversas realidades, pero donde se encuentran desafíos casi similares como la polarización, injusticias, creciente violencia especialmente contra las mujeres y grupos minoritarios. Analizar el seguimiento de Jesucristo y la proclamación del reino que Dios implica ver la historia que muestra prácticas que parecieran negar ese amor de Dios. “Nos toca reconsiderar nuestra historia de misión porque se dio en una sociedad creada por el colonialismo y la servidumbre y donde incluso pastores tuvieron esclavos que no estaban capacitados para luchar por sus derechos sino para ganar almas para Dios. Esta teología de la imposición demonizó a las personas y a otras religiones. Esto lamentablemente se repite hoy cuando se presta mayor atención a la salvación de almas sin considerar la situación social en que las personas viven”.
Tomar cuenta, estando consciente de las realidades en que se vive, es fundamental para actuar en relación a “preguntas ¿como con quiénes dialoga la iglesia? ¿Quiénes son nuestros interlocutores? ¿Qué canales y agentes se necesita para la comunicación – considerando los dones, carismas y el llamado? ¿Qué canales usamos para la misión y cómo podemos ser agentes de ese cambio que el evangelio trae?” compartió el Rev. Gustavo Gómez de la Iglesia Evangélica Luterana Unida (IELU) al compartir los desafíos emergentes del contexto argentino y Uruguay. Prestar atención a estas preguntas implicará “nutrir y hacer lugar a fin de alimentarse y alimentar al dar espacio a otras personas” para soñar, pero a la vez repensar los ministerios de las iglesias.
Renovación en la Misión
Esas preguntas han guiado a que nuevos modelos de iglesias sean una realidad, ya sea porque esos cambios han sido originados por procesos intencionados como la Planificación Estratégica Participativa como en la Iglesia Evangélica Luterana Unida (IELU) donde el rol de los y las facilitadoras es de acompañar procesos de participativos para actuar como comunidad de fe desde acciones programadas. Otros impulsos al cambio en circunstancias de la misión en la Iglesia Luterana del Perú (IL-P) cuyas marcas de la iglesia se enfoca en la inclusión de mujeres en los ministerios desde el inicio y el ecumenismo. “Somos Luteranas/os por convicción y opción, una iglesia abierta que comparte espacios con otras denominaciones y que desde su inicio ha ordenado mujeres y varones. Las mujeres nos vinculamos a una red interconfesional donde se trabaja de manera más concreta frente a los desafíos del patriarcalismo todavía presente en nuestra sociedad” compartió la Revda. Ofelia Dávila de la ILP.
Las iglesias en misión están movidas por Dios por la presencia viva de la juventud, por la afirmación de las mujeres y su sabia acción en todas acciones. Las mujeres son cuerpo vital de nuestra comunión e iglesias por lo cual afirmamos “la justicia de género como tarea a seguir trabajando porque la justicia de género es evangelio”, afirmó la Carmen Siegel de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana del Brasil (IECLB) y abrirnos como iglesia abrazando los derechos y defendiendo la vida implica afirmar la justicia de Dios.
No es tarea fácil, pero ayuda a caminar en la misión en las calles. La realidad misional de la Iglesia tiene como objetivo trabajar con toda persona, abrazándonos amorosamente aunque su presencia desafíe; sin embargo, cada persona es don e imagen de Dios. Esto también sucede cuando se trabaja con familias de barrios cuyas realidades, además de desafiar, son oportunidades de aprendizaje y de comunión de Iglesias.
En ese movimiento, las Iglesias de la región entienden que es necesario renovarse y permitirse vivir una manera renovada para “presentar un mensaje de un Dios liberador ya que del mismo modo que nosotros fuimos liberados hay que presentar el mensaje para que otras personas sean liberadas”, como viene sucediendo en la Iglesia Luterana Mexicana (ILM); esto nos da sentido para “expresar una misión viva que permita afirmar la acción de Dios”, comentó el Pastor Roberto Trejo.
Por: Red de Comunicaciones – LAC